«A veces la soledad es lo más parecido a un parto». 130 x 195 x 9 cms. Pigmento y látex + pvc de espejo s/ tela.
En la vida, más tarde o más temprano, las columnas en las que, falsamente, nos sostenemos se desmoronan, como estas tres columnas negras que van diluyéndose e integrándose en el fondo del cuadro.
Los límites y las formas adquieren movimiento y belleza en su dilución…
Sólo hay una columna, que tiene volumen y sobresale del cuadro, como si de un bajo relieve se tratara (hecha en pvc de espejo), que permanece.
Esa columna es nuestro único sustento, porque nos sirve de espejo y nos devuelve nuestra imagen, permitiéndonos la comprensión.