“Meditar”
Vamos a aprovechar las vacaciones, para dedicarle unos minutos cada día a la meditación.
Se trata de algo tan sencillo como parar los pensamientos y para ello vamos a utilizar algo tan simple como poner toda nuestra atención en otro lugar que no sea nuestra mente.
Elegir una postura que os resulte cómoda, es muy importante tener la espalda recta. No hace falta que os sentéis en el suelo con las piernas entrelazadas, podéis estar en una silla con los pies descansando en la tierra (enraizando) y las nalgas tocando el respaldo, eso ayuda a mantener la espalda recta.
Si estáis pasando unos días en la naturaleza, aprovechad para hacerla al aire libre, es mucho más agradable y el contacto con la naturaleza facilita la conexión.
Si estáis al aire libre, podéis empezar a sentir lo que ocurre a vuestro alrededor: la brisa en vuestra cara, el canto de los pájaros, el olor de la tierra, del mar. Adentraros en el sentir y percibir con los ojos cerrados todo lo que sucede.
Si por el contrario estáis en un interior, acallad la mente. Fijaros en vuestra respiración, o haced un recorrido por todo vuestro cuerpo, tomando consciencia plena de él.
También podéis contar las respiraciones hasta llegar a veintiuno y volvéis a comenzar. Cada vez que os vayáis a algún pensamiento, empezáis de nuevo la cuenta desde uno. No importa no llegar a veintiuno, lo importante es no irnos a la mente. Es lo mismo tres series de siete, que una de veintiuno.
Cada día aumentad el tiempo de meditación. Estaría bien que pudierais llegar a sesenta minutos, pero veinte diarios, son absolutamente regeneradores.
Os deseo mucha suerte en vuestra práctica, seguro que resulta beneficiosa.
Cada mes trabajamos, durante mínimo 21 días, un reto diferente: “nuestro reto”.
Se tarda 21 días en instaurar un hábito, según los expertos en conducta humana.