Dejar fluir la energía cósmica… En la animación parece muy sencillo: arroyos que hay que dejar fluir, limpieza del camino, evidenciar los miedos y dejarlos correr; aceptación y perdón interior, desbloqueo de la vergüenza y el amor, desechar las falsas percepciones.
Tengo el objetivo, el fin. Las herramientas están en proceso de construcción. Quizá, para empezar y dominar el estado de avatar, tenga que mirar fijamente al pequeño aprendiz y dejarme llevar por su energía y su voluntariedad. ¿Y si me convierto en una animación de mi propio ánimo? (energía del alma, en griego «anemos» = viento). Sería un buen todo: energía, alma y viento (a riesgo de despeinarme).
Únic@s en un todo.
Como dice Mafalda: «todo lo que despeina hace feliz».
Para empezar no está mal, aunque mucho mejor que esa energía del alma en vez de una animación, sea una realidad.
Sencillo ES, no sólo lo parece. Si en vez de luchar: «dominar el estado de avatar»; dejas que se produzca, que se realice…
En el hinduismo el avatar es la encarnación de un Dios o un maestro.
Dejar fluir la energía cósmica… En la animación parece muy sencillo: arroyos que hay que dejar fluir, limpieza del camino, evidenciar los miedos y dejarlos correr; aceptación y perdón interior, desbloqueo de la vergüenza y el amor, desechar las falsas percepciones.
Tengo el objetivo, el fin. Las herramientas están en proceso de construcción. Quizá, para empezar y dominar el estado de avatar, tenga que mirar fijamente al pequeño aprendiz y dejarme llevar por su energía y su voluntariedad. ¿Y si me convierto en una animación de mi propio ánimo? (energía del alma, en griego «anemos» = viento). Sería un buen todo: energía, alma y viento (a riesgo de despeinarme).
Únic@s en un todo.
Como dice Mafalda: «todo lo que despeina hace feliz».
Para empezar no está mal, aunque mucho mejor que esa energía del alma en vez de una animación, sea una realidad.
Sencillo ES, no sólo lo parece. Si en vez de luchar: «dominar el estado de avatar»; dejas que se produzca, que se realice…
En el hinduismo el avatar es la encarnación de un Dios o un maestro.