«Un día, comprendemos que «lo otro» no existe, únicamente es la enseñanza que tenemos que aprender. Entonces, nuestra vibración cambia de frecuencia…»
Continuamente nos confrontamos a todo lo que nos sucede, en todos los ámbitos: laboral, emocional, social.
Creemos que todas las dificultades provienen de fuera y que la vida es una carrera de obstáculos que tenemos que ir sorteando.
En realidad, todas esas dificultades las atraemos y creamos, desde nuestra propia necesidad de liberarlas. Necesitamos verlas con perspectiva para comprenderlas y es a través de las controversias que nos generan, que podemos trabajarlas.
Al final, cuando dejamos de luchar con lo de fuera y trascendemos la alteridad, entramos en armonía con la unidad del universo.