«Con gafas de bucear». 65 x 81 cms. Pigmento, látex y cristal s/ tela.
La parte de abajo de este cuadro, está realizada con rectángulos de cristal, en los que se ha pintado, por la parte de atrás, un paisaje de fondo marino. Posteriormente se han ido encajando estas piezas, a modo de puzzle, sobre la tela ya pintada en oro. Por la transparencia del cristal se deja entrever el fondo.
El juego que establezco con la pintura, me posibilita una mirada de vida. No existe la pintura y lo pintado, todo es lo mismo. Lo único que existe es el gozo mientras la pintura se produce.
Después, mi mirada observa para comprender lo que ha sucedido.
En el fondo del mar, existe una naturaleza tremendamente rica, que como no vemos, desconocemos. La mayoría de veces, sólo creemos lo que nuestros ojos ven, pero hay tantos fondos a nuestro alrededor…
En esta tela, cada rectángulo de cristal pintado es, en sí mismo, un cuadro independiente, que sólo adquiere sentido en la unidad con el resto. Eso mismo pasa en nuestra cotidianeidad, que desde la parte que somos, es imposible comprender el todo.
En la riqueza del blanco y negro de nubes del cielo, el color es una anécdota, que igualmente está presente.