«Coleta de caballo». 137 x 16 x 5 cms. Pigmento y látex s/ tela y dos tubos de ensayo rellenos de agua destilada teñida con anilinas.
La exuberancia de la naturaleza siempre me crea grandes ecos, porque ayuda a conectarme con lo natural que hay en mí.
Esta pieza es la consecuencia de una excursión al valle de Ordesa y del disfrute de su magnífica cascada: «Cola de caballo».
Ese enfatizar la verticalidad del formato y recoger al final de la caída el agua en dos tubos de ensayo, es un ritual sobre mi percepción.