«Tres miradas distintas y un solo yo verdadero». 124 x 140 x 82 cms. Técnica mixta.
Este trabajo de auténtico puzzle, me movía a ver la cantidad de deformaciones oculares que hay, a través de este cubo de cristal.
Uno a uno iba encajando y pegando los cristales de gafas graduados sobre el cristal, haciéndolos coincidir en el ancho y el alto de la ventana. Es un ejercicio de meditación que me hace mirar todas esas graduaciones oculares distintas, que nos hacen percibir la vida de formas tan diferentes.
Las graduaciones que más nos condicionan no son las dioptrías físicas que afectan a nuestros ojos, sino las de nuestra psique, en forma de creencias, estructuras, ideas. Esas que nos limitan a ver la vida, a través del cristal de nuestra mirada.