Tenía una pareja que me decía: «tú te has hecho artista, para hacer lo que te da la gana, para ser diferente».
Yo le contestaba: «Es cierto que cuando me expreso a través del arte, es cuando únicamente me re-conozco y ahí radica la diferencia».
La expresión artística al nacer desde el corazón posee un lenguaje de pura abstracción, no necesita de las formas establecidas, por eso ayuda a encontrar tu propia forma.
No terminábamos de ponernos de acuerdo…
Seguramente siempre he visto las cosas de una forma diferente, pero no puedo evitarlo, me nace así. Sólo puedo comprender desde mi propio sentir.
Entiendo que las ideas que la mayoría sigue y que nos quieren imponer desde el término «normal», son ideas que pertenecen a otras personas, que han sido elaboradas para uniformarnos, que sin lugar a dudas es una forma de manipulación y control.
Cuando dejamos de ser “únicos”, dejamos de ser libres.
Lógicamente esas ideas normalizantes, la mayoría de veces nos crean conflictos, porque no concuerdan con nuestro sentir y si no seguimos la norma nos estigmatizan con términos como: problemático, raro, anormal, contracorriente, hasta llegar incluso a “enfermo”. Eso sí, si eres artista es como que todo está permitido, seguramente porque todos esos términos anteriores están incluidos en el «concepto» artista.
Cualquier persona que no siga la norma y se exprese con creatividad, es un peligro social y puede expandir lo creativo, lo original.
Realmente hay que tener mucho valor para salirse de la norma, para seguir tu propio instinto. Aunque ese valor nace de las ganas de estar vivo, de no sucumbir ante esa «muerte en vida», que supone vivir la vida que otros quieren que vivamos, que otros han elegido para nosotr@s.
Quienes sucumben a la normalidad, es por miedo a conocerse, a no saber a quién van a encontrarse, al cambio hacia lo desconocido y a la libertad, es por ello que defienden las ideas “establecidas” con vehemencia.
La mayor parte de artistas han sido tachados de “locos”, hasta que sus ideas revolucionarias han sido aceptadas por la “mayoría”, entonces sencillamente han sido considerados “genios”. ¿La diferencia entre loco y genio estriba en ser aceptado por el sistema?
Es sólo a través de nuestro propio lenguaje, que podemos encontrar el camino de regreso a nuestra esencia.
Muchas veces en las sesiones de “RecreArte” me han pedido que enseñara técnicas pictóricas, a lo que he respondido que si fuera así, enseñaría a pintar como otras personas, o incluso a seguir mi estilo. Entonces crearíamos imitadores.
Tratamos que cada un@ averigüe su propia forma de expresión, que será la única que posibilitará la conexión con su corazón. No hay camino equivocado, sólo el camino propio.
Vivir es realizar el anhelo de SER auténtic@ y eso sólo se puede hacer posicionándote en tu propio origen, es decir: siendo original.